Dirección

Una locura compartida

Creacion-Direccion

Definirme como directora me resulta extraño, pero quienes han trabajado conmigo dicen que por una parte, soy una directora creativa, fuerte y segura de sus ideas; y por otra parte, una persona a la escucha de la escena y del otro. No creo que encontrar el equilibrio entre esos polos me sea fácil, pero si creo que al no estar sobre el escenario, puedo tener la perspectiva necesaria para construir una folie à deux; una obra, que espero sea relevante para actores y espectadores.

Entre las cosas en las que me gusta trabajar están la dirección de actores, la puesta en escena, puestas en voz, lecturas dramatizadas entre otros delirios inclasificables.

Las obras que he dirigido en los últimos años son:

  • Travers, de Yane Mareine y Daniela García, L’Artchipel – Teatro Nacional de Guadalupe.
  • Jour de Pluie, de Stéphanie Benson, interpretada por Latifa Sedati en París.
  • Barro Rojo, de Javier Liñera, co-dirección con Linda Wise. PREMIO AL MEJOR ESPECTÁCULO DEL FESTIVAL INDIFEST 2016.

Folie à deux

Conocí el término folie à deux (locura compartida) trabajando con Enrique Pardo. Es la forma en la que construimos las obras en las que tuve el placer de ser dirigida por él – que fueron al mismo tiempo mi escuela de dirección. Yo llevaba una idea fuerte, él la deformaba, la traicionaba, la ponía «patas para arriba» y la tras-vestía con sus ideas – y viceversa. Así es como trabajo hasta hoy en dirección escénica.

La locura compartida es un síndrome psiquiátrico acuñado por Lacan, caracterizado por la transmisión de ideas delirantes de un individuo a otro. Durante una locura simultánea – como es el caso de un proceso de creación artística – ambas personas sufren delirios independientes, pero estos tienen una influencia recíproca. Las ideas delirantes – y muchas veces paranoicas – se vuelven idénticas o muy similares, al igual que en el proceso creativo no podemos distinguir bien de quién a sido la idea, ni cómo ha ido mutando hasta convertirse en una obra.

Obra y locura

Obra y locura podrían verse como términos contradictorios, para Foucault – por ejemplo – la locura era la ausencia de obra1, es decir de paso al acto. Precisamente en el caso de las artes escénicas, acción, escena y performance son parte ineluctable del proceso teatral, que es por definición un pasar al acto, ACTUAR.

Dirigir un proyecto, es un espacio de creación conjunta – una folie à deux – que disfruto delirio tras delirio, mientras más profundo y preciso es ese momento donde la imaginación puede permitirse no tener límites, más rico es para mi el proceso y espero que el resultado, es decir, la obra; el acto. Ese Acto posee un elemento catártico para todos quienes son parte del delirio creativo, que incluye, por supuesto, al público.

1 Foucault M., Raymond Roussel, Paris, Gallimard, 1963, p. 202.

Mis últimas obras como directora

Creación artística

La pedagogía y la creación forman para mi un tejido indisociable, así como realidad y ficción se entrelazan en cada una de mis especialidades como artista escénica.

Interpretación

Soy una actriz inquieta y creativa. Canto, bailo y me apasiona el lenguaje y los sonidos raros. Mi lugar es la ficción y desde ahí intento crear y comunicar.

Dramaturgia

Mi palabra de artista es franca y sencilla. Me gustan los cuentos y el lenguaje sintético del teatro. Los últimos años me he dedicado a escribir desde la autoficción.

Investigación

A través de mis estudios teatrales me he especializado en la exploración vocal y en la formación del actor. Creando el término y noción de ``Outre-voix``.